En Ciudad Mendoza, una población de gente trabajadora y entusiasta, enclavada en medio de la Sierra Madre Oriental, en la Región de las Grandes Montañas del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, aún hoy día también conocida por su anterior nombre: Santa Rosa nace dentro de una humilde familia, el 21 de febrero de 1960, Amparo María Eugenia García Garcés o Maru como cariñosamente también se le conoce, la tercera en el orden. María Eugenia aprendió de su padre, don Leopoldo García Pineda, un habilidoso mecánico, una estricta disciplina en cada uno de sus actos y la solidaridad con los demás. De su madre doña Avelina Garcés Ávila, una dedicada ama de casa, aprende la religión y cuando crece al acudir a la escuela, la acompaña en su proceso educativo. De sus abuelos aprende los acontecimientos históricos que se gestaron en su época. Esos fueron los valores con los que creció Amparo María Eugenia García Garcés, que a la postre quedaron prendidos en su ser: disciplina, honor, sentido de ayuda, orgullo por el origen.

Ella estudió en Ciudad Mendoza hasta la secundaria donde se inició en el deporte con el básquetbol, que practicaba a escondidas de su padre, quien consideraba que una mujercita no debía jugar así. A los 15 años, formó parte de la selección de baloncesto femenina y su equipo llegó ser campeón nacional en los Estatales celebrados en Veracruz Puerto en 1975. Sin embargo no participó en todos los eventos por la oposición de su papá, quien, después de algún tiempo estuvo orgulloso por ella. Esta deportista continuó en el básquetbol y, además, perfeccionó su técnica en natación deporte que también practica. Asimismo, se capacitó como instructora de aeróbicos.

Maru estudió bachillerato e ingeniería (incompleta) en el Instituto Tecnológico Regional de Orizaba; se casó a los 22 años y tiene tres hijos, y tres nietos de su hijo mayor Carlos. También estudió corte y confección en Nogales. Pero actualmente desempeña labores del hogar y trabaja a ratos dentro de la economía informal, apoyando su hogar, sobre todo para dar un mejor estudio a sus hijos. Desde enero de 2018, el municipio de Ciudad Mendoza le solicitó colaborar en el Comité Municipal del Deporte y ahí también está prestando servicios.

Esta destacada deportista juega con el equipo Santa Rosa en la Liga de Básquetbol de Ciudad Mendoza en categoría libre. A pesar de sus casi 58 años, juega aún “al tú por tú” contra jovencitas a quienes les lleva hasta 40 años y más. En 1994, obtiene un certificado como instructora de aeróbicos. En natación, en octubre del 2001, obtiene el primer lugar en el 1er Biatlón en Nogales y en el 2001 vuelve a obtener nuevamente el primer lugar en el 2do Biatlón de Nogales.

Desde el 2003, ha participado en todos los campeonatos nacionales de Pista y Campo de México, (15 en total) subiendo al podium en múltiples oportunidades. En el “XXVIII Campeonato Nacional Master de Pista y Campo” obtuvo el 2º. lugar en 1,500 metros planos, categoría 40-45. Esa fue su primera intervención dentro del atletismo máster, aún sin técnica revelando con su forma de correr que no era atleta, sino jugadora de básquetbol, lo que le valió le dijeran: “¡Qué bárbara, eres una correcaminos!” por su ímpetu, resistencia y coraje al vencer inclusive a quienes eran atletas de toda la vida.

Eugenia también ha participado en: “Campeonatos Master de Pista y Campo de Norte Centroamérica y del Caribe” 2006 Guatemala, 2010 en Mayaguez, Puerto Rico, 2012 Saint John NB, Canadá y 2014 en San José, Costa Rica. En esos torneos obtuvo múltiples medallas.

Por otra parte, a nivel mundial, ha participado en “World Masters Athletics Championships Stadia” de Riccione, Italia; Sacramento, Ca., EUA y Lyon, Francia; además del Mundial bajo techo en Canadá. También en el 2015 en el Campeonato Mundial de Lyon, Francia logró una medalla de bronce, por equipos, en la prueba de Campo Traviesa. Mientras que, individualmente quedó en lugar el 17 y en la modalidad de 2,000 mts “steeplechase”, quedó en 5º. Lugar.
Durante casi 15 años participó en 800 mts, 1,500 mts, 5,000 mts, 10,000 mts 21 Kilometros y la Maratón. Todo lo anterior era muy extenuante y variado, sin embargo el basquetbol junto con la natación, los aeróbicos y la altura donde vive, le generó la seguridad de atreverse a esto.

Actualmente, ha dejado de participar en 21K y maratón. Compite en pruebas de 800 mts y 10,000 mts e inicio su participación en los 8K de campo traviesa y 2,000 mts “steeplechase”. Con estrategia, decide en que pruebas compite, para dar el mejor tiempo posible de recuperación.

Maru comenta que practicar el atletismo a este nivel, en México es difícil, pero posible, como lo ha demostrado. Es con el apoyo de su esposo y su trabajo, principalmente, como ha logrado competir en tantos y tan variados lugares del país y del mundo. En algunas ocasiones, el estado le ha facilitado alguna ayuda, pero han sido las menos veces y con poco. En otras ocasiones, para poder asistir a competencias, sobre todo en el extranjero, se ha endeudado. Por ejemplo, para el Mundial de Lyon, Francia en 2015, solicitó un préstamo que aún paga y está por liquidar.

Cuando empezó a practicar atletismo, su esposo le daba las indicaciones de entrenamiento, razonablemente rudimentarias, ya que fue fondista en los años 70. Pero en el 2006 y durante el NORCECA de Guatemala, conoció al profesor David Fdo. Pérez Medellín, poseedor de gran capacidad y vocación, además de excelente ser humano. Desde entonces él la ha guiado en este deporte.

Maru considera que las facultades físicas van cambiando, los tiempos aumentan y cambió de categorías, inició en la W 40-44 y ahora está en la W 55-59. Ella considera que en el mundial de Lyon, Francia de 2015, ha sido su mejor logro: su única medalla mundial, no importa que sea de bronce y por equipos.

Como anécdota, María Eugenia cuenta que: “En 2009 para participar en el “XXXIV Campeonato Nacional Máster De Atletismo De Pista Y Campo 2009” de Tijuana, B.C., viajamos en avión desde Toluca hasta Tijuana. Bueno pues cayó una gran tormenta que impidió que llegáramos con buen tiempo al aeropuerto de Toluca, creímos haber perdido el vuelo y decidimos llegar al aeropuerto por si, por alguna eventualidad se había retrasado. No fue así, pero al llegar al mostrador, enseñamos los pases de abordar y nos apresuraron: “¡Tienen suerte, pero corran! Que ya abordaron todos los demás pasajeros”. Fuimos los últimos y el nombre de ese avión era “LEOPOLDO”, ¡como mi papá! hacía poco había fallecido”.

En el Campeonato de la NCCWMA de Costa Rica, el avión no salió de la Ciudad de México sino hasta el otro día, perdí la primera competencia que fue el 8K de campo traviesa”.

Los beneficios de practicar un deporte son fundamentalmente salud y, adicional un compromiso al inspirar a jóvenes y no tan jóvenes a practicar deportes. En el caso de María Eugenia ella practica tres principalmente: atletismo, basquetbol y natación.

Su meta es continuar jugando basquetbol, compitiendo en natación y lograr medalla de oro en un mundial de atletismo en competencias individuales.

Leave a Reply